El tragachicos/Gargantúa de Zaragoza
El hecho de incluir la figura del trgachicos ó Gargantúa en las comparsas de
gigantes y cabezudos, tiene un grán significado histórico, puesto que el escultor Félix Orox, presentó la comparsa de principios del S. XX junto al grán personaje ilustrado en la imagen:
Se trata de un personaje Árabe, posiblemente, representando la estancia de ésta raza en Zaragoza hace cientos de años.
Pasados los años, se decide cambiar la identidad del gargantúa a un personaje más de la tierra. Como no podía ser de otra manera, pasó a representar a un baturro comiendo en cucharón que fué bautizado con el nombre de Tío Zambombo, se presentó en sociedad en los años 60 en la Plaza del Pilar.
Hubo un tiempo en el que se le perdió la pista hasta el año 1892 que se volvió a recuperar con algunas variaciones: en vez de portar un cucharón, paso a sostener un descomunal bocadillo por el que a través de unas escaleras, los niños podían acceder a su boca y evacuar por el trasero.
En 1995, vuelve a desaparecer el personaje por segunda vez, pero pasados 17 años, durante las fiestas del Pilar del 2012, se vuelve a recuperar restaurado por la familia Casorrán cambiando el material de cartón piedra al poliester.
Música que acompaña a las comparsas de gigantes y cabezudos con su respectiva danza.
En Zaragoza, la danza de los gigantes y cabezudos siempre ha estado ligada a los bailes tradicionales y la jota.
No se sabe que músicas sonarían en las salidas más antiguas de las comparsas, pero se presupone que ya llevaban acompañamiento musical. Las crónicas aluden al Tradicional baile o la Danza de los gigantes y los cabezudos, a ellos se asocian numerosos músicos, gaiteros o dulzaineros y tamboril con instrumentos vinculados a lo pastoril.
Cuando se empezó a incrementar el número de comparsas en los barrios (década de los 70-80), iban acompañadas de bandas de música, charangas o incluso en contadas ocasiones, dulzaineros.
En esta imagen de 1950, podemos observar la presencia de los gaiteros municipales, iban siempre delante de los gigantes marcando el paso y servían de reclamo. Tan solo iban dos, un dulzainero y un tamborilero siempre uniformados como les mandaba el ayuntamiento.
Eran contratados y pagados para amenizar las salidas de la comparsa, sus toques eran básicamente improvisaciones o músicas sacadas de partituras que tenían a mano y eran factibles para tocar con la dulzaina o clarín. Los gigantes apenas bailaban, solo caminaban al ritmo del compás
Hubo un tiempo en el que se perdió el oficio del gaitero, las comparsas de Zaragoza eran únicamente amenizadas por bandas de música o charangas hasta que en 1989 se creó la Asociación de Gaiteros de Aragón (AGA) firmando un protocolo en 1994 con el ayuntamiento para acompañar las salidas de la comparsa municipal de Zaragoza con diferentes grupos de gaiteros inscritos en la asociación dicho protocolo, se modificó en 2006.
En 1992, dada la invitación de la comparsa municipal a participar en la Expo de Sevilla, se recupera el baile de los gigantes y cabezudos de forma que la comparsa por fin tuviera algo más de puesta en escena con un baile coreografiado. Desgraciadamente, se quedó en eso....ya que en los últimos años, no se ha ideado ninguna otra coreografía a diferencia de las demás ciudades españolas a causa de ser una comparsa formada únicamente por empleados municipales.
En definitiva, en estos últimos años, las comparsas de los barrios siempre van acompañadas por Charangas dada a la vinculación con las peñas de su respectivo barrio a excepción del barrio del Actur-Rey Fernando, Arrabal y barrio Jesus (en ocasiones) que los recorridos de los cabezudos son amenizados por dulzaineros.
La comparsa municipal y los gigantes de la peña los Goyescos, siempre han estado amenizados por dulzaineros.
Pasamos a mostrar los distintos bailes que ejecutan las comparsas de Zaragoza
Jota del Último toro por los cabezudos del Arrabal
Baile de los gigantes y cabezudos de Zaragoza
Los gigantes de Zaragoza
Los cabezudos de Zaragoza
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